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NOTICIAS DE IMPACTO 要闻

Posted by Student on 18:05






Hacia el mundo




Grupos económicos peruanos salen al exterior



La fortaleza de la economía peruana en los últimos años ha impulsado a los grupos económicos locales a conquistar los mercados externos.



A pesar de la crisis internacional, la mayor parte de los planes de expansión de estos conglomerados sigue adelante.

La competencia, en el Perú, con las grandes empresas transnacionales ha modernizado a los empresarios locales.

Comienzan a destacar nítidamente nuevos protagonistas: nuestros grupos económicos emergentes.

Desembarcar en los mercados que se encuentran más allá de nuestras fronteras ha sido el gran desafío para los grupos económicos peruanos desde que se abrió nuestra economía a la competencia global, a principios de los años noventa.

Desde entonces, los conglomerados peruanos buscaron adaptarse a las nuevas circunstancias: algunos han desaparecido, otros han sido engullidos por el capital transnacional, pero otros se han fortalecido. Además, nuevos grupos se están configurando y abriendo paso; esta vez, sustentados en la fortaleza de la economía peruana. El poder local ha retomado de forma más resuelta la tarea pendiente de internacionalizarse.






CRISIS MUNDIAL





El auge y la caída de los créditos hipotecarios y su repercusión.


¿Cómo llegó Estados Unidos a una de sus mayores crisis financieras?

Estados Unidos está viviendo una de sus peores crisis, una tan profunda que podría arrastrar a la primera potencia hacia una gran recesión. El desenlace de los acontecimientos ha generado preocupación general y sus efectos se sienten en todo el mundo, a través de los mercados bursátiles. El traspaso de la crisis financiera a la economía real parece inminente. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?


El inicio

La crisis hipotecaria que enfrenta Estados Unidos en la actualidad se incubó luego de que estallara la burbuja anterior, la de las empresas llamadas puntocom (basadas en Internet). Entonces, los capitales huyeron de dichas compañías buscando nuevos destinos, más seguros y rentables. La percepción de que las propiedades inmobiliarias poseían un valor más estable, y la constatación de que los precios de las casas no habían bajado antes, animó a los inversionistas a inclinarse hacia los bienes inmuebles.
En paralelo, la política monetaria de la Reserva Federal abarató los créditos. Entre los años 2001 y mediados de 2003 redujo la tasa de interés de referencia de 6,5% a 1%, buscando contrarrestar la desaceleración que presentaba la economía. Esto rebajó notablemente los costos de los créditos hipotecarios.
En gran medida, la recuperación económica de Estados Unidos en esos años fue impulsada por el dinamismo del sector inmobiliario. Si a todo ello se suma la campaña de George W. Bush (implementada en 2004) que promovió la casa propia, las condiciones para una fiebre especulativa estaban dadas.


Mayor financiamiento

Además, una innovación financiera introducida en 1998 dio fin al monopolio de los bancos en la concesión de préstamos hipotecarios para adquirir propiedades inmobiliarias. Dicho cambio permitió que todo tipo de inversores externos puedan financiar, a través de la bolsa de valores, nuevos préstamos hipotecarios. Entonces, la abundancia de liquidez alimentó el auge de los créditos hipotecarios, produciendo una rauda expansión de la construcción y las ventas de viviendas, a la vez que éstas comenzaron a aumentar sus precios.
La estabilidad y seguridad que se respiraba en ese momento alentó a los bancos a tomar mayor riesgo en busca de mayores niveles de rentabilidad. Había llegado el momento de los llamados créditos «subprime». En un contexto de créditos baratos, los bancos otorgaron estos préstamos incluso a personas que no calificaban para asumir una deuda hipotecaria. En ocasiones, el préstamo alcanzaba hasta un 120% del valor de la vivienda.


Continúa el auge

En realidad, no parecía descabellado asumir un mayor nivel de riesgo, porque en un contexto en el que las viviendas están subiendo de precio, si un deudor se declara en default, con la venta del inmueble el acreedor recupera su dinero. En pleno boom del crédito, los bancos e inversionistas dina-mizaron aún más el negocio a través de la securitización de las hipotecas; es decir, utilizaron estas hipotecas como garantía para que el mercado les adelantara dinero entregando, a cambio, un certificado representativo. Así pudieron expandir aún más los créditos.

A su vez, gran parte de estos certificados representativos se integraron a instrumentos más diversificados, orientados de acuerdo a los perfiles de los inversionistas. De esa forma pasaron a las carteras de los bancos de inversión y fondos de riesgos de todo el mundo. La creencia extendida de que el mercado inmobiliario estadounidense era una apuesta segura llevó a una gran parte del sistema financiero global a apostar por él. La extraordinaria demanda por los créditos empujó hacia arriba los precios de las viviendas en forma espectacular entre los años 2001 y 2005.


Punto de inflexión

Sin embargo, a partir de 2004 la Reserva Federal de Estados Unidos revirtió su tendencia a bajar las tasas de interés. La política expansiva había comenzado a atizar la inflación, por lo que dicha institución incrementó progresivamente la tasa de referencia, pasando de 1% en 2004 a 5,25% en 2006. Poco a poco el crédito se encareció y la demanda por viviendas se contrajo, impactando en los precios de los inmuebles, que comenzaron a disminuir. A mediados de 2005, en gran parte de Estados Unidos comenzaron a retroceder las ventas de las viviendas de manera abrupta.

Al aumentar el nivel de la tasa de interés que se utiliza como referencia para determinar las cuotas que pagan los deudores de los créditos, la morosidad no tardó en aparecer y extenderse de forma considerable (se debe destacar que en Estados Unidos los créditos hipotecarios se pactan a tasas fijas o ajustables). Como era previsible, los créditos subprime fueron los primeros en caer en default.


Se desata la crisis

Se generaron entonces problemas de liquidez en algunas entidades financieras, así como una merma en el valor de los títulos hipotecarios y sus derivados, cuyo servicio depende de las amortizaciones de los préstamos de viviendas. Un escenario en el que el precio de las viviendas se reduce y, por lo tanto, los préstamos asumidos para comprar dichas viviendas constituyen un monto mayor que el valor de aquella, favorece el incremento de la morosidad en el segmento hipotecario.

El 2006 la crisis se agudizó. Las ejecuciones hipotecarias ascendieron a un millón 200 mil en ese año, llevando a la quiebra a medio centenar de entidades hipotecarias. En la bolsa de valores, el índice de la construcción estadounidense cayó en 40%. En el año 2007 el problema de la deuda hipotecaria subprime adquirió una dimensión mayor e impactó en los mercados financieros internacionales.

Así llegamos a la crisis actual, en la que el sistema financiero estadounidense tambalea y el gobierno sale a su rescate.


Adiós a cinco gigantes

El destino de los bancos de inversión más grandes de Estados Unidos es el símbolo de la actual crisis financiera.

La mañana del lunes 15 de setiembre los estadounidenses comenzaron a vivir una nueva crisis. Los medios de comunicación emitían abundantes reportes sobre la declaración de bancarrota del banco de inversión Lehman Brothers –el cuarto más importante de Estados Unidos–, mientras que los recientemente despedidos empleados de esa firma abandonaban sus oficinas llevando sus pertenencias en cajas de cartón.

El Lehman Brothers no fue el primer banco en enfrentar graves problemas en esta crisis, ni tampoco sería el último; su notoriedad se debió al hecho de ser el primer banco de inversión que no fue salvado y simplemente se le dejó morir. Así se iniciaba uno de los más duros cuestionamientos a la hasta entonces poderosa banca de inversión norteamericana.


Las primeras víctimas

En realidad, el primer banco de inversión en caer fue el Bear Stearns, en marzo de este año. En esa ocasión, el salvavidas fue el banco JP Morgan Chase, que compró al Bear Stearns por 236 millones de dólares –dos dólares por acción–, un precio de remate si se toma en cuenta que representa sólo un 7% de la valorización de mercado que tenía el banco el día anterior a su venta. El Bear Stearns se «salvó» de la bancarrota, pero dejó de existir como banco de inversión independiente.

No tuvo la misma suerte el Lehman. El decano de la banca de inversión, fundado en 1850 (y financista de los primeros ferrocarriles de Estados Unidos), buscó durante la noche del jueves 11 de setiembre –junto con la Reserva Federal y el Tesoro de los Estados Unidos– un comprador privado para sus operaciones. El gobierno de Estados Unidos no podía comprometerse a otro salvataje, pues ya había gastado 200 mil millones de dólares en Fannie Mae y Freddie Mac, las dos más grandes empresas financieras hipotecarias del país.

El New York Times afirmó, en su edición web, que el banco británico Barclay’s y el estadounidense Bank of America (BoA) eran los posibles compradores del Lehman. De hecho, hasta el domingo 14 la solución que primaba era la compra por parte de Barclay’s, pero ésta no prosperó debido a que el Tesoro norteamericano se negó a respaldar financieramente la operación. El Lehman se declaró entonces en bancarrota, mientras que el BoA adquirió a Merrill Lynch, otro de los bancos de inversión, por 50 mil millones de dólares.


Bancos comerciales

De los cinco grandes bancos de inversión de Estados Unidos (Bear Stearns, Lehman Brothers, Merrill Lynch, Morgan Stanley y Goldman Sachs), tres ya no existían como bancos independientes para el lunes 15 de setiembre. Los dos sobrevivientes a esta debacle (Morgan Stanley y Goldman Sachs) decidieron, a inicios de la semana siguiente, convertirse en bancos comerciales tradicionales. Un movimiento necesario, pues la banca comercial tiene una regulación más severa que la banca de inversión.

Las arriesgadas inversiones de este tipo de bancos en el inflado mercado hipotecario estadounidense generaron esta crisis que ahora amenaza a pequeños e inocentes ahorristas, mientras que los CEO de los cinco grandes bancos de inversión han logrado millonarios ingresos. Henry Paulson, actual secretario del Tesoro de Estados Unidos, por ejemplo, obtuvo 111 millones de dólares cuando fue presidente y CEO de Goldman Sachs.

Los años de los arriesgados «Master of the Universe» (Amos del Universo), como se denominaba a los banqueros de inversión de Wall Street, han terminado de forma estrepitosa.


FUENTE:http://businessperu.com.pe/index.phpoption=com_content&task=view&id=54&Itemid=53



BUENAS PERSPECTIVAS



Los créditos a las microempresas mantienen un fuerte crecimiento.


El segmento de las microfinanzas avanza a pesar de la crisis internacional.




El segmento de las microfinanzas se ha convertido en una plaza muy atractiva y competitiva. Su elevado crecimiento de los últimos años, a tasas que fluctúan entre 30% y 40%, grafica el extraordinario desempeño que están registrando los créditos dirigidos a las pequeña y micro empresas (pyme).

Las instituciones que ofrecen estos créditos continúan ampliando un mercado que, no obstante su rápida expansión, exhibe tasas de morosidad controladas. A pesar de la crisis internacional, y lo que ello implica para el sistema financiero peruano, se proyecta que la expansión de los créditos a las mype se mantendrá firme durante este año.

Robusto crecimiento


Si se compara el saldo de los créditos dirigidos a las mype («créditos MES», según la denominación de la Superinten-dencia de Banca, Seguros y AFP) de enero de este año con el mismo mes del año anterior, se constata que el crecimiento se mantiene robusto, con una tasa de expansión de más de 40%. A finales de enero, el monto total de este tipo de préstamos era de aproximadamente 10,6 mil millones de soles, según las estadísticas de la Su-perintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).

Estadísticas más recientes revelan que el saldo ya supera los 11 mil millones de soles, cifra que representa alrededor del 11% de la cartera total del sistema financiero, con más de 1,5 millones de microcréditos», afirma José Zapata, gerente general de la Asociación de Microfi-nanzas del Perú (Asomif).



Las instituciones


Para comprender este mercado hay que señalar que en nuestro país las necesidades de financiamiento formal de las micro y pequeña empresas son atendidas por las bancos, las Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (CMAC), las empresas financieras, las Entidades para el Desarrollo de la Pequeña y Microempresa (Edpyme) y las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CRAC). Y también las cooperativas de ahorro y crédito, que no están reguladas por la SBS pero que tienen un importante desarrollo en provincias.


Entre las instituciones reguladas por la SBS destaca la participación de las empresas bancarias, que detentan el 46% del total de los créditos orientados a las microempre-sas (cifra a enero último), seguidas de las CMAC (con el 29%); por su parte, las empresas financieras dan cuenta del 12% del total. Las Edpymes y las CRAC participan con el 7% y 6%, respectivamente.



Importantes diferencias


Ahora bien, se constatan importantes diferencias al interior del sistema financiero. Estas dispa-ridades están dadas por el promedio crediticio y las exigencias de formalidades al cliente.

Los bancos, en general, atienden a los microempresarios formalizados y con montos promedio de los créditos relativamente elevados (por encima de los 10 mil soles). Pero al interior del sistema bancario también hay otras diferencias sustanciales. Por ejemplo, la colocación promedio del Banco de Crédito del Perú está por encima de los 25 mil soles, frente a los seis mil soles del promedio de Mibanco.
En lo que respecta al monto promedio del crédito, las CMAC se encuentran en segundo lugar, con un poco más de seis mil soles. Las CRAC y las Edpymes poseen los promedios más bajos: alrededor de cuatro mil soles. Particularmente estas dos últimas instituciones microfinancieras tienen más «llegada» en el segmento de microempresarios informales.



Factores explicativos


En términos de crecimiento, el año pasado los bancos lideraron la expansión con una tasa de 53%, seguidos de las empresas financieras y las Edpyme, ambas con 44%. Las CMAC y las CRAC también obtuvieron crecimientos elevados, de 41% y 38% respectivamente.

¿Qué elementos explican este crecimiento? En opinión de Giovanna Aguilar, catedrática de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), el mercado de las microfinanzas se ha expandido rápidamente a raíz del crecimiento de la economía y la estabilidad macroeconómica. «Estos factores han mejorado la condición, como sujeto de crédito, de la pequeña y microempresa y, a su vez, han hecho posible una mayor demanda de las mismas. Esto, acompañado del crecimiento de la liquidez del sistema financiero, ha permitido una mayor oferta por parte de las instituciones microfinancieras», refiere Giovanna Aguilar.



Hacia las zonas marginales


Por su parte, José Zapata señala que el robusto crecimiento de los créditos a las micro-empresas se debe a la marcada preferencia de la mayoría de las entidades bancarias hacia este segmento empresarial. El fenómeno estaría motivado, según Zapata, por el mayor riesgo crediticio que vienen mostrando las grandes empresas, explicado por su dependencia del comercio exterior (afectado por la crisis internacional).


Por su parte, Pedro Olaya, gerente de riesgos de la Edpyme Proempresa, estima que aún existe bastante espacio para que continúe esta expansión, especialmente en Lima, ya que hay un gran mercado para las microfinanzas en los llamados «conos» y en las zonas marginales, donde se concentra la mayor parte de micro y pequeña empresas.


La tendencia actual es dirigir las colocaciones hacia los sectores urbano marginales y las áreas rurales y agropecuarias, debido a la sobreoferta de créditos y al creciente sobre-endeudamiento en las zonas urbanas», agrega Olaya.



Morosidad controlada


A pesar de la rápida expansión, los «créditos mes» exhiben indicadores de morosidad controlados. Es necesario comprender que, por las características propias del negocio (que implica un mayor riesgo), la morosidad es más alta en el segmento de las microfinanzas. Tenemos así que este indicador –definido como el porcentaje contable de la cartera vencida y en cobranza judicial de los créditos a las mype respecto al saldo de la cartera total– se sitúa en menos de 4,5 %.


El riesgo es la propensión al sobreendeudamiento de los microempresarios, lo que se avizora en la tendencia a «compartir clientes» por parte de las entidades crediticias especialmente en las zonas urbanas. «Esperamos controlar la morosidad ajustando mecanismos y políticas internas de control, con un mayor seguimiento a la cartera de crédito, y la implantación de señales de alerta del nivel de endeudamiento de los clientes», asevera Pedro Olaya.



El sobreendeudamiento


Detrás del fuerte crecimiento de las colocaciones a las pyme asoma el tema del sobre-endeudamiento, que podría ser peligroso. «Frente a una situación de desaceleración de la economía, el sobreendeudamiento puede generar serios problemas al sector, porque a las empresas les resultará más difícil cumplir con sus obligaciones», advierte la catedrática de la PUCP. Sin embargo, se debe destacar que en la actualidad más del 90% de la cartera está considerada dentro de la denominación «normal».


Mirando en perspectiva lo que puede ocurrir este año, José Zapata sostiene que el índice de mora debería mantenerse estable en la medida que la velocidad de crecimiento de la cartera se mantenga por encima del 30 % anual; pero si la tendencia fuera a la baja, lo más probable es que dicho indicador se eleve algunos puntos.

«Debe entenderse que en el microcrédito la morosidad se encuentra en función de las nuevas y mayores atenciones a la clientela. En número, son carteras muy importantes, pero en montos individuales no lo son. El control de la morosidad está atomizado», explica el ejecutivo de Asomif.



Tasas de interés


A lo largo de los últimos años, las tasas de interés han tenido una tendencia decreciente en un contexto en el que las entidades mi-crofinancieras adecuaban sus tasas efectivas a la capacidad del cliente y el mercado. No hay que olvidar que el costo de un microcrédito, debido a su elevado componente administrativo (explicado por el grado de informalidad de los clientes), no puede ser comparable con un crédito comercial.


Hasta ahora, la tasa de interés del crédito a la microempresa se ha movido hacia la baja, pero si el costo del fondeo (proveniente de entidades como Cofide, Banco de la Nación, BID y la cooperación financiera internacional en general) se eleva, por efecto de la crisis, el costo del microcrédito se incrementaría. «A comienzos del año 2000 el costo del crédito a la microempresa se encontraba por encima del 100% anual; ahora estamos hablando de un costo que se sitúa alrededor del 40 %», precisa José Zapata.

Aunque se critica que las tasas de interés sean todavía altas, lo cierto es que las entidades microfinancieras han hecho posible que el crédito fluya a segmentos que generalmente no eran atendidos por la banca tradicional, y a tasas mucho más bajas que los créditos informales. En efecto, las tasas que cobraban los prestamistas informales (usureros, que muchas veces eran la única alternativa) tenían niveles exorbitantes, que superaban el 200% anual.



La crisis internacional


Sin embargo, el tema que ahora emerge es el efecto de la complicada situación internacional sobre este mercado. En la crisis financiera internacional de 1998, la banca orientada a las mype no fue muy afectada porque ese mercado todavía no era muy grande. Esta vez la situación podría ser diferente.


«Ahora las instituciones microfinancieras han crecido mucho y han vinculado más a las microempresas con la dinámica de la economía. Por lo tanto, ahora éstas son más vulnerables. Esa es la razón por la que se van a ver más afectadas que hace 10 años», anota Gio-vanna Aguilar.


La crisis internacional ha vuelto más cautelosas a las instituciones del exterior que brindan recursos para ser destinados a las microempresas. Si otros actores importantes, como los organismos financieros estatales y multilaterales, se contagian del nerviosismo y comienzan a requerir mayores exigencias patrimoniales para poder atender a las microfinancieras, los únicos que van a poder cumplir con dichas exigencias son los bancos, que tienen mayor patrimonio.
En tales circunstancias, según José Zapata, es de esperarse que el crédito dirigido a la base de la pirámide resulte perjudicado, pues la gran mayoría de entidades financieras con una gran infraestructura no tienen el conocimiento, ni la tecnología, ni la vocación para atender al mercado informal.



Algunas propuestas


Con el objetivo de paliar las consecuencias de la crisis internacional, la Asomif ha propuesto al gobierno que las entidades microfinancieras privadas puedan contar con alternativas especiales de recursos dinerarios, ante una retracción de los «fondeadores» internacionales. Este apoyo debería darse a través de un fondo del orden de los 300 millones de soles. Se propone que las exigencias de costo y cualidades empresariales para acceder a este fondo sean viables.

El riesgo de una exigencia elevada (por ejemplo, solicitar que las entidades tengan una calificación por riesgo de A o B para acceder a este apoyo) es que podría ser muy difícil de cumplir por las entidades microfinancieras, especialmente aquellas que atienden las demandas de microcré-ditos de más bajos montos, como las CRAC y las Edpyme.



Las medidas del BCR
El resultado final sería una reducción de la oferta, lo cual es contraproducente en el contexto actual, en el que se prevé un desplazamiento de la masa laboral desde la gran empresa hacia la microempresa y el autoempleo. El Banco Central de Reserva (BCR) está evaluando, como medida temporal, la posibilidad de brindar préstamos a los bancos y entidades financieras (especialmente a las más pequeñas) de manera directa, a cambio de dejar como garantía su cartera de créditos.

De otro lado, las medidas del BCR para reducir el encaje mínimo legal (de 6,5% a 6%) y bajar el porcentaje de los depósitos que las entidades financieras deben mantener en las bóvedas del instituto emisor (de 1,5% a 1%) benefician a las entidades microfinancieras más pequeñas, porque en la práctica van a enfrentar un menor encaje. Además, los primeros 100 millones de depósitos de las entidades financieras no estarán sujetos a encaje. Como ha dado a conocer el BCR, varias CRAC e incluso algunas CMAC tienen depósitos en cantidades menores a este monto, por lo que quedan exceptuadas de encajar.

Las proyecciones
Giovanna Aguilar apunta que la autoridad monetaria y la SBS deberían instar a las instituciones financieras y a los demandantes de créditos a que manejen el riesgo crediticio con mayor cuidado, sobre todo en un contexto como el actual, en el que existe mucha incertidumbre.

«Los agentes económicos van a enfrentar una situación de menor empleo e ingresos, por ello no se puede alentar a las personas a seguir endeudándose o a las instituciones financieras a expandir el crédito. Eso es peligroso para el sistema financiero en general», considera Aguilar.

El crecimiento para este año podría alcanzar la misma magnitud del año anterior. Sin embargo, en un escenario conservador, se estima que el crecimiento se aproximaría al 25%, con lo que al final de 2009 el saldo de los créditos a la microempresa por parte de todo el sistema financiero estaría alrededor de los 13 mil millones de soles.

FUENTE:http://businessperu.com.pe/index.phpoption=com_content&task=view&id=105&Itemid=1


Gripe porcina: el impacto económico


Crisis económica y ahora gripe porcina. Las finanzas mexicanas podrían resentir los efectos del brote que se ha desatado en la Ciudad de México y que ha cobrado la vida de decenas de personas. Durante meses México ha sufrido las consecuencias de la recesión global y algunos analistas pronosticaron -a principios de este año- que la economía del país podría decrecer más de 3%.


Crisis en México
Pero esta cifra podría aumentar si el brote de gripe porcina se convierte en epidemia.
Son dos los aspectos que impactarían negativamente la economía mexicana.Por un lado, está el sector de servicios, principalmente el turismo, que aporta al presupuesto de México poco más de 13.000 millones de dólares anuales, lo que equivale a un 8% del Producto Interno Bruto (PIB).
El temor es que menos turistas viajen a México por miedo a la eventual epidemia y esto provoque una disminución en los ingresos que capta este sector. En este momento varios países han pedido a sus ciudadanos que extremen precauciones si viajan al país latinoamericano, pero ninguno ha prohibido viajar a este destino.La segunda preocupación está relacionada con el mercado interno.
La Ciudad de México, el principal motor económico del país, se encuentra semiparalizada. Se han suspendido conciertos, se han cerrado salas de cine y se han prohibido todo tipo de eventos masivos. Y todas estas medidas provocan pérdidas económicas.
Este problema puede tener un impacto importante en la economía, dijo Agustín Carstens, ministro de Finanzas de México.
Adicionalmente, el que los mexicanos permanezcan en su casa desincentiva el consumo. En febrero, antes de que se diera a conocer el brote de gripe porcina, se informó que las ventas al consumidor cayeron más de 8% en el país, a tasa anual. Si la gente permanece varios días en su casa, gastará menos y los números anteriores podrían empeorar.
El peso mexicano, sin embargo, perdió más de 3% de su valor en el inicio de las cotizaciones monetarias este lunes.
La economía global está tan interrelacionada que un evento en una parte del mundo tiene consecuencias en el resto del planeta.

Los malestares de la influenza en los mercados mundiales
En cuanto los mercados internacionales abrieron este lunes, registraron algunas pérdidas provocadas por la caída en las acciones de las aerolíneas, agencias de viajes y hoteles, pues se teme que estas empresas sean de las más afectados tras el brote del virus.
Así, en una Europa teñida por completo de rojo, el español Ibex 35 cedía un 2,65% a media sesión con Iberia al frente de los descensos (7,89%).
A la misma hora, la aerolínea Vueling, aún sin contar con rutas internacionales, se dejaba un 3,5% en el parqué madrileño, hasta 4,91 euros. Además, la tendencia a la baja también ha afectado a los valores hoteleros.
En el resto de Europa , Londres cedía un 1%, Francfort y París un 1,3%; mientras Milán moderaba los descensos al 0,4%. En todos ellos, los que más bajaban eran las aerolíneas, ya de por sí bastantes debilitadas por la caída de la demanda. Entre los nombres propios del sector europeo, la alemana Lufthansa se situaba a la cabeza de los descensos (10%) por delante de Air France (7,4%), British Airways (7%) y SAS (3,27%).
En su conjunto, el subíndice bursátil de valores de viajes y ocio de la zona del euro caía una media del 2%. En cambio, los valores de las principales farmacéuticas, esquivaban la tendencia a la baja generalizada en los parqués con subidas que, en cualquier caso, no superaban el 2% como la alemana Merck (1,89).
En el mercado de divisas, el euro mantiene posiciones frente al dólar y a media sesión el cambio entre las dos monedas quedaba fijado en 1,31.Hace un año el Banco Mundial estimó que de presentarse una pandemia de influenza ésta podría costar US$3 billones a la economía global provocando una caída de 5% en el crecimiento mundial.
Hace seis años, cuando apareció el brote de gripe aviar, se estimó que sólo la región asiática perdió US$80.000 millones.
En 2007, el Foro Económico Mundial publicó un informe sobre potenciales riesgos globales. En uno de sus escenarios visualizó qué pasaría si se juntaran una pandemia mundial y una crisis global de liquidez, similar a la que se vive en estos momentos.
El resultado, afirmaba el documento, sería "una ofensiva contra la globalización que agravaría la caída en la demanda económica global".




1 Comments


La globalización también puede traer consecuencias muy malas, ya que como vemos hasta las enfermedades se pueden globalizar como es el caso de esta enfermedad “Gripe porcina” que no importa donde te encuentres (nacionalidad) porque te puede alcanzar donde menos lo esperes.
Esta enfermedad esta llevando a muchos problemas ya que como se sabe todo ha empezado desde México, así que muchos gobiernos han decidido cerrar las entradas para los que vengan desde México debido a que puede haber algún tipo de contagio que llevaría a muchas personas a la muerte, además está enfermedad esta ocasionando que muchas personas en México tengan mucho miedo y que constantemente hagan uso de mascarillas para protección de su salud.

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